El ALBA es la alianza del Milagro que hizo realidad proyectos aparentemente imposibles

Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez en la XXIII Cumbre del ALBA-TCP, en Caracas, el 24 de abril de 2024, Foto: Alejandro Azcuy

Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la XXIII Cumbre del ALBA-TCP, en Caracas, el 24 de abril de 2024, “Año 66 de la Revolución”.

Querido hermano Nicolás Maduro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y anfitrión de esta oportuna Cumbre del ALBA-TCP;

Estimados hermanos Comandante Daniel Ortega y Presidente Luis Alberto Arce;

Estimados hermanos Primeros Ministros Skerrit, Gaston, Ralph y Philip;

Representantes de la familia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos;

Estimado Arreaza, Secretario Ejecutivo del ALBA-TCP:

En primer lugar quiero dar las gracias por convocarnos en “la hora de los hornos”. Martí definía “la hora de los hornos” como ese tiempo revolucionario de estar juntos y cito sus palabras: “en la obra de previsión y ordenamiento, de juicio amplio y acción cordial, todos los que tienen un pecho con que arremeter, y mente para ver de lejos, y manos con que ejecutar. Y sin recelos y sin exclusiones. Y sin olvido de lo verdadero y de lo justo. Y sin antipatías tenaces. Es la hora de los hornos, en que no se ha de ver más que la luz”, y precisamente el ALBA está dando luz.

Invoco a Martí en esta tierra de libertadores, porque nadie nos acercó más y mejor a Bolívar y a su ideal integracionista, que trascendió por fin del sueño a la realidad de Nuestra América, cuando dos líderes profundamente bolivarianos y martianos como los Comandantes Chávez y Fidel Castro fundaron esta alternativa al comercio de los neoliberales, esta alianza de sueños que hizo tanto en tan corto tiempo a favor de nuestras naciones.

Fidel, tan preciso y justo en las palabras, definió a Chávez como “el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia”. Ambos, con sus desvelos y acciones en función de la emancipación y el desarrollo de Nuestra América, demostraron ser amigos y hermanos entrañables de todos los pueblos latinoamericanos y caribeños al plantar la semilla del ALBA, primera concreción de una hermandad que aún tiene un prometedor camino por recorrer.

Esta es la Alianza de la solidaridad y de la cooperación, vencedora del pragmatismo egoísta que solo apuesta a las ganancias y al mercado.

Es la Alianza del Milagro que hizo realidad proyectos aparentemente imposibles y proezas que, en el orden social, han beneficiado a millones de ciudadanos de la región.

Es la Alianza donde muchos encontraron por primera vez una respuesta a demandas que, durante siglos, no les ofrecieron los modelos de desarrollo donde el ser humano es algo secundario.

Es la Alianza de la unidad, que nos permite enfrentar juntos desafíos y amenazas.

Cuba siempre estará presente en el ALBA-TCP porque, por encima de los bloqueos y las dificultades que decretan los imperios e impone sin piedad el actual orden internacional, profundamente injusto y excluyente, nuestra Alianza ha probado cómo y cuánto se puede hacer desde el Sur, si esta solidaria integración prevalece.

Queridos hermanos:

Era impostergable esta reunión. La coyuntura internacional y regional concita preocupación y nos convoca a la........

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