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El pasado miércoles 27 de noviembre nos sorprendió la noticia de un acuerdo del alto al fuego firmado entre Líbano e “Israel”. Fue anunciado por el ministro de ocupación Benjamín Netanyahu en una aparición televisada junto al todavía presidente Joe Biden, que lo hizo a parte. Según los medios, el estado invasor no tomará acciones militares contra el Líbano y retirará a sus soldados ocupantes en un periodo máximo de hasta 60 días.

Pero podemos ver por medios de comunicación y testimonios, que este estado sionista está violando y vulnerando el acuerdo firmado, con un ataque con dron con tres personas heridas, abriendo fuego hacia la localidad de Bint Jbeil e incursionando en territorios colindantes con la frontera de Palestina ocupada.

Ametralladoras, disparo de proyectil de artillería y más acciones de un ejército que se cree el elegido de Dios.

En Cuba es muy común la expresión de “jugar con la cadena y no con el mono”.

Para los lectores que son de otros lugares, explicarles qué significa esta expresión:

Básicamente se usa para aquellos que en vez de irle arriba o atacar al peligro, al enemigo, a la cuestión importante, prefieren entretenerse con pasajes o personajes intermedios que de nada sirven para solucionar un problema o asunto. Es como si un mono atado con una cadena a una jaula tuviera a alguien molestándolo mientras le toquetea la cadena. Y ese alguien lo hace a propósito para molestar, sabiendo que si juega o toca al mono, este puede agredirle.

Y me nace una pregunta ¿Por qué a veces no somos capaces de ver que en este conflicto se está jugando con la cadena y al mono lo dejan en un segundo lugar?

En las narrativas políticas actuales, tanto de derechas como de izquierdas (en estas dos polaridades o incluso en el nuevo mundo multipolar en el que ya vivimos), se ha hablado y se habla de la guerra entre Palestina e “Israel”. Incluso de........

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