La palabra resaca tiene varios significados, como el referido a los efectos posteriores a una ingesta alcohólica, o también lo que provocan las corrientes marítimas que arrastran aguas adentro a bañistas y todo lo que encuentren a su paso. Para avisar sobre estas últimas están las banderas en las playas.
Hace pocas semanas que concluyó la invasión veraniega de madrileños en lugares del norte de España. Poniendo en práctica el lema contextatario de que estamos orgullosas de llegar tarde a las últimas noticias, y tras no haber visto análisis en la línea que intentaré expresar, me he tirado al agua, aunque ya esté menos templada, con este artículo. Quisiera reflexionar sobre lo que ha sucedido en estas tierras y playas norteñas, en algunos lugares de Galicia, algo en Asturias, pero aún más particularmente en Cantabria, porque es una tierra más chiquita y el impacto de la invasión ha sido muy fuerte.
Vivo en Santander, desde donde viajo con bastante frecuencia a Madrid. En esta última ciudad viví durante 25 años, que abarcaron desde mi niñez a la juventud, los estudios de bachillerato con reválida, los gozosos años universitarios y la preparación de una oposición. Si Rilke decía eso de que “la patria es la infancia”, en mi caso, queda extendida a todo el tiempo de formación y aprendizaje de la vida y de modelación de mi personalidad. Así puedo afirmar que Madrid me marcó durante “aquellos maravillosos años”, como los de aquella emotiva serie de los noventa.
Mis reencuentros con Madrid (disfruto con los relatos de Ricardo Aguilera) son siempre gratos, ya sea el motivo del viaje trabajo, un espectáculo, o un partido de Champions en el Metropolitano (lástima que no tenga la magia del Calderón). Y siempre aprovecho para estar con un amigo y cuidar lo que con el tiempo se cae, como son las hojas de la amistad. A veces huyo, especialmente en otoño, porque la ciudad ha sido colonizada culturalmente por los que, de toda la vida, controlan y jibarizan el pensamiento libre, el que escapa del prescrito por los STV: Santander de toda la Vida.
Santander y........