De un primer vistazo podría no parecerlo, pero Xavier García Albiol es un lince. Como en Minority Report, el tipo es capaz de anticipar delitos antes de que sucedan. Son décadas de experiencia en un sector en el que empezó desde abajo, pegando carteles contra los rumanos. Hoy Albiol es todo un referente. Esta semana ha vuelto a demostrarlo, destapando una trama formada por un grupo de chavales marroquíes que hacían el trayecto Ibiza-Barcelona en el mismo barco en el que viajaba el famoso alcalde del PP. Eran jóvenes, iban riéndose y –AVISO: dejen de leer a partir de aquí las personas más sensibles– portaban teléfonos móviles y gafas de sol, según la denuncia publicada en Twitter por García Albiol. Tremendo. Lo que ocurrirá cuando estos marroquíes lleguen a tierra ya lo sabemos todos, concluía su informe policial este sabueso que bien podría haberle robado a Rex el papel de entrañable perro en la serie. Prefirió ser alcalde. Con sus sabores, sinsabores e imputaciones por prevaricación, aún mantiene intacta la ilusión........