Corría el año 2002 y el Zidane líder de la Francia futbolística a la que había hecho campeona del mundo cuatro años atrás entraba en campaña electoral pidiendo el voto contra el xenófobo Jean-Marie Le Pen. “Quiero pedirle a la gente que piense en las consecuencias que tendría votar a un partido que no se corresponde en absoluto con los valores de Francia”, dijo Zizou tomando así posesión del cargo honorífico de presidente de la República de los barrios. Un cargo que anteriormente había ostentado el Éric Cantona que, una fría tarde de enero del año 1995, decidió saltar la valla publicitaria que separaba el césped de la grada en el londinense estadio de Selhurst Park para patear el pecho de un aficionado fascista en lo que definió como el mejor momento de su carrera deportiva. Siempre autocrítico y altamente perfeccionista, Cantona revisó décadas después aquel momento que le costó una suspensión deportiva........