La emergencia climática ha irrumpido en la campaña de las elecciones municipales de Brasil, que se celebrarán el 6 de octubre. Durante la peor sequía en siete décadas, el fuego calcina el país y las cenizas hacen irrespirable el aire de las principales metrópolis. La situación es especialmente trágica en la Amazonia. La crisis ambiental visibiliza hasta qué punto el negacionismo se ha transformado en un nuevo vector político. Los candidatos de las ciudades con más incendios no tienen propuestas contra el fuego. En Porto Velho, capital del estado amazónico de Rondonia, el medio ambiente es uno de los caballos de batalla de una derecha radical que arrasa en las encuestas.
Belém, la ciudad amazónica de 1,3 millones de habitantes que acogerá la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), se ha convertido en el escenario de una batalla crucial entre ambientalismo y negacionismo. De un lado, Edmilson Rodrigues, único alcalde de izquierda de una capital (del Partido Socialismo e Liberdade, PSOL, que está a la izquierda del PT). Del otro, Éder Mauro (del Partido Liberal, PL, de Jair Bolsonaro) e Igor Normando (candidato de la élite conservadora local, del Movimento Democrático Brasileiro, MDB). El alcalde Edmilson ha sufrido todo tipo de boicots, ataques y persecuciones legales por intentar reforzar la salud pública, por lanzar programas para los más desfavorecidos o por intentar proteger el medio ambiente (autobuses eléctricos y reciclaje de basura, por ejemplo).
Edmilson Rodrigues (Belém, 1957) es un nombre histórico de la izquierda brasileña. Alcalde de Belém entre 1997 y 2005 por el Partido dos Trabalhadores (PT), diputado regional de Pará (1987-1995 y 2011-2015) y diputado nacional (2015-2021), Edmilson ganó las elecciones municipales de 2020 en medio de la pandemia y del gobierno de Jair Bolsonaro. El alcalde, apoyado por el presidente Lula, conversa en videoconferencia con CTXT sobre las próximas elecciones, crisis climática, negacionismo, economía, el gobierno Lula y la COP30.
Cuando usted asumió la alcaldía en 2021, la ciudad de Belém estaba totalmente endeudada. Tuvo que enfrentar la pandemia y el boicot del Gobierno Bolsonaro. ¿Cómo encontró el ayuntamiento tras 16 años de alcaldes conservadores?
Destruyeron la ciudad. Escuelas reventadas y sin equipamientos, profesores y servidores públicos con salarios bajos y sufriendo acoso moral. Cualquier crítica provocaba un proceso administrativo de persecución. El ayuntamiento era la imagen del caos.
¿Encontró muchos procesos privatizadores?
Sí, eso fue generalizado, una línea neoliberal llena de escándalos. En 2021, en el segundo año de la pandemia, el gobierno central no transfirió recursos, entre otras cosas porque el presidente Bolsonaro era negacionista. Enfrentamos recortes en sanidad, en educación. Intentamos combatir las muertes de la covid y vacunar a la gente. Dejé de asfaltar calles para salvar vidas, lo que supuso un desgaste político.
En la pandemia dejé de asfaltar calles para salvar vidas, lo que supuso un desgaste político
Hubo otro asunto que provocó desgaste. Usted intentó cambiar las licitaciones de las empresas de recogida de basura para........© CTXT