Derechos indígenas siguen bajo fuego en el Congreso de Brasil

“El marco indígena es ancestral”, rea uno de los carteles que enarbolaron los indígenas durante su protesta en la sesión del Senado que anuló los vetos presidenciales en la ley que establece el marco temporal, una figura que limita la demarcación de territorios indígenas a las áreas ocupadas por los indígenas el 5 de octubre de 1988, fecha de la aprobación de la Constitución brasileña. Imagen: Lula Marques/ Agência Brasil-FotosPúblicas

RÍO DE JANEIRO – El legislativo Congreso brasileño, dominado por representantes del llamado agronegocio, se muestra dispuesto a una lucha sin fin contra los derechos indígenas reconocidos por la Constitución nacional de 1988 en desmedro del ambiente y, por ende, de sus propios intereses.

Una abrumadora mayoría de 321 diputados, contra 137, y 53 senadores, contra 19, votó el jueves 14 por anular los vetos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a la denominada ley del Marco Temporal. Pero fue una batalla no definitiva y otras están en el camino.

El objetivo es impedir que nuevas tierras sean destinadas a los indígenas y, si es posible, reducir las ya demarcadas. En Brasil la población indígena suma 1,7 millones de personas, 0,83 % de los 203 millones de brasileños.

Para eso los legisladores conocidos como “ruralistas” lograron que la Cámara de Diputados aprobara el 30 de mayo la ley que reconoce como territorios indígenas solo los que eran ocupados por esa población originaria el 5 de octubre de 1985, fecha de la promulgación de la Constitución.

El Senado completó la aprobación legislativa el 27 de septiembre. Pero una semana antes el Supremo Tribunal Federal (STF) ya había considerado inconstitucional ese marco temporal.

La Constitución habla de “derechos originarios sobre tierras que (los indígenas) ocupan tradicionalmente”, deja evidente que no se trata de derecho determinado por una fecha. Pese a ello, 43 senadores aprobaron la ley, en discrepancia con la Constitución y el STF.

Vetos y retaliaciones

En consonancia con el fallo judicial, el presidente Lula vetó el marco y otras 46 disposiciones de la legislación el 20 de octubre, en un desafío a los legisladores que tuvo su respuesta ahora, con el derrumbe de los vetos.

El STF, última instancia judicial y guardián de la Constitución, será llamado a dirimir nuevamente la pelea entre los poderes legislativo y ejecutivo. Por lo menos dos........

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