Aquí les cuento | ¡Dígalo ahí! |
Aquí les cuento | ¡Dígalo ahí!
A Neguel Machado.
26/12/2025.- Ellos, como saben que aquí nosotros vivimos en un eterno bonche, piensan arruinarnos la fiesta. La forma más eficiente que han encontrado para lograrlo es, precisamente, lanzando bolas de humo, tirando serpentinas, triquitraquis, tumbarranchos, matasuegras y otros petardos estruendosos.
Hace un siglo nos trajeron al viejo barrigón que usa un trineo tirado por alces, quien, sin poner ni un centavo, asumió la autoría de la entrega de regalos a nuestros hijos. Desplazaron del protagonismo a los verdaderos autores de la acción, quienes, con su trabajo, ahorraban para colocar, debajo de la cama o dentro del chinchorro, aquellos presentes para sus niños agradecidos.
Nosotros celebramos la Navidad montados en un burrito sabanero que anda por los llanos, montañas y los rastrojos, llevando juguetes a los niños venezolanos.
En el mismo pollinito que acompañó a Bolívar a cruzar los Andes, con los llaneros en alpargatas, para liberar a los pueblos oprimidos del sur del continente. Si ese burrito no llegó a la Patagonia fue porque los argentinos se enculillaron y se conformaron con ver a los llaneros desde la barrera.
Entonces, los blanquitos del norte están dirigidos por el cazador de muchachitas que usa una muñeca como acompañante y le da rabia respirar el aliento de libertad de la humanidad; una humanidad que tiene un corazón de verdad y que lanza alegres latidos al aire desde su pecho lleno de pájaros.
Y es que los patriotas subían los cerros y las mulas se desbarrancaban. Aquel frío era terrible. Los llaneros lo soportaban bailando joropo sobre los pisos........