El recién nombrado primer ministro de Francia, Michel Barnier, ha advertido de que la situación financiera del país es “extremadamente grave”, y añadió que estaba buscando más información para establecer “la realidad exacta” de la situación. Pero tiene muy pocas herramientas para hacer frente al creciente déficit presupuestario y reducir la deuda, que ya supera el 110% del PIB. El hombre que lo nombró, el presidente Emmanuel Macron, no está ayudando. Barnier no puede confiar únicamente en los recortes del gasto para reducir un déficit cercano al 6% del PIB. Pero los partidos que le apoyan en el Parlamento, así como el hombre del Elíseo, se oponen a subir los impuestos. El mandato del primer ministro será agitado, y posiblemente efímero.
Macron está decidido a preservar su legado de........