Ursula von der Leyen no ha perdido el tiempo a la hora de ocupar el vacío creado en Europa por el debilitamiento de los Gobiernos de Francia y Alemania. La asignación el martes de altos cargos por parte de la presidenta a sus colegas comisarios europeos puede considerarse una toma de poder que aumenta su influencia sobre las principales cuestiones que configurarán la economía de la UE durante los próximos cinco años. Cabe esperar que Bruselas se muestre más dura en materia de comercio, más laxa en las políticas de competencia y más indulgente con el tipo de política musculosa que Francia, a través de su propio enviado, seguirá defendiendo.
La presidenta de la Comisión, recientemente nombrada para otro mandato de cinco años, ha consolidado su poder haciendo que los comisarios encargados de las principales carteras dependan directamente de ella, en lugar de hacerlo de los vicepresidentes........