La Mutualidad General de los Funcionarios Civiles del Estado (Muface) es una anomalía social, ideológica y económica incrustada en una sociedad que dispone de un sistema sanitario universal y gratuito y, al decir de sus gestores, de excelentes estándares de calidad, una alternativa pública financiada por todos y que sirve a todos. El mecano sanitario de los funcionarios es un cuerpo extraño en la bolsa marsupial del Estado, que se agarra al vetusto modelo protector de las mutualidades gremiales del siglo XX, que varias veces en democracia se ha estudiado revisar o eliminar, pero que es algo que nadie se atreve a hacer por el poder de presión que tiene el colectivo protegido. ¿Habrá llegado ahora el momento?
Las añejas mutualidades gremiales y empresariales, que proveían de asistencia sanitaria y rentas de jubilación, desaparecieron en los 80 del pasado siglo para poner orden en el sistema de protección y coto a privilegios que en muchos casos eran bombas de relojería financiera para las empresas, y lo hicieron con resistencia numantina de los colectivos clientes. Eran muy numerosos y resistentes en la Institución Telefónica de Previsión o los sistemas de pensiones de la banca, y pequeños colectivos también combativos como el del singular Montepío de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, o la Mutualidad de los Mozos Arrumbadores de Aduanas, ambos integrados ya en la Seguridad Social. Hasta el régimen de clases pasivas del Estado ha entrado en vías de extinción, ya que todo el personal que ha ingresado en la Administración pública desde 2011 está adscrito a la Seguridad Social.
La mutualidad de los empleados públicos, fundada en su versión última en un Real........