Terminó la Convención Demócrata y Kamala Harris supera en 2% a Trump en estimación de voto. Es viernes, 23 de agosto. “Alegría”, “libertad”, “democracia” son mensajes que los delegados en la convención han escuchado en Chicago. La pregunta –a efectos electorales– es pertinente: ¿resuenan esas palabras en los millones de personas que han visto la convención en televisión? ¿Cómo les afecta en su intención de voto? La media de 100 encuestas otorga victoria a Harris (47,9%) frente a Trump (45,9%).
En las bodas, todo es maravilloso. Lo difícil empieza el día después. O, como publica el editorial de Washington Post, “Pasar de una convención escrita con poesía a una campaña hecha con prosa”. Porque, frente a “alegría, libertad y democracia”, el estadounidense medio (330 millones) escucha en su bolsillo el alto coste de la vida, elevados precios de productos básicos y salarios estancados. Los demócratas no pueden culpar a Trump y a los republicanos de estas cuitas, porque quien gobierna es Biden, presidente demócrata, y su vicepresidenta es Kamala. Lógicamente, los demócratas no van a culparse a sí mismos. Pero esto da razón del porqué la convención levanta el espíritu, pero no baja los precios…
Las encuestas suspenden a Biden en porcentajes superiores al 60% en “dirección del país”, economía, inflación, inmigración, política internacional y la guerra Israel-Hamás. Sobre estos temas, la convención demócrata ha pasado de puntillas. En su discurso final, Kamala........