¡Qué tiempos tan difíciles para pedir un poco de moderación y objetividad! Por ejemplo, en el análisis de la situación y la evolución de la economía española. Como la oposición no quiere ejercer sin catastrofismo y el Gobierno se enroca en el triunfalismo, para entender el momento nos vemos obligados a recurrir a los análisis de los expertos de los que, recientemente, hemos tenido cumplida información desde los principales organismos internacionales. Y, como suele ser razonable, dicen que ni todo está tan mal, ni todo tan bien.
El Fondo Monetario Internacional se une a la amplia corriente de analistas que están revisando al alza las previsiones macro para este año y sitúan el crecimiento del PIB en torno al 2%, muy por encima de la previsión para los países europeos, con una inflación controlada y un déficit público en reducción. Señala la resistencia mostrada por la economía española en un contexto de tipos de interés al alza y anticipa un robusto crecimiento del 2,1% para el año que viene. Incluso, los fondos de inversión parece que se unen a este optimismo relativo sobre la economía española que existe sobre el corto plazo.
Un crecimiento impulsado por el exterior: turismo en récords y exportación de bienes y servicios no turísticos y, en parte, por el mantenimiento de las ayudas puestas en marcha para hacer frente a la pandemia, ahora justificadas por los efectos de la guerra de Ucrania. En ese sentido, la Comisión Europea ha mostrado en un informe que España fue el único Estado miembro que incrementó las ayudas un 20% en 2022,........