Los buenos resultados macroeconómicos de Biden, con la tasa de paro más baja en años, no se han visto reflejados en votos demócratas. Pese a tener una inflación actual por debajo del 2%, los votantes han optado por el relato catastrofista de Trump, dado el recuerdo de la elevada inflación pasada y su correspondiente pérdida de poder adquisitivo. Esa dificultad para que la macro se vea reflejada en la percepción micro, la tenemos también en España.
La Comisión Europea mejora hasta el 3% nuestra previsión de crecimiento para este año, aumentando el PIB el doble de rápido que los países desarrollados. Con una inflación del 1,8%, tanto nuestra pensión media como los salarios llevan un año creciendo más que los precios y, por tanto, recuperando poder adquisitivo. Los afiliados a la Seguridad Social superan los 21,3 millones de personas, batiendo un récord histórico, mientras los márgenes empresariales se sitúan en máximos desde que hay registros, según datos del Observatorio de Márgenes Empresariales. Incluso, acabamos de conocer que la presión fiscal ha vuelto a caer en España y más que en la media de países de la OCDE, aunque sigue por encima de la de 2019, como en todos los países avanzados por el impacto de la pandemia.
El desempeño macro de nuestra economía es, sin duda, muy loable, en medio del bajón experimentado por países como Alemania: hoy, España es motor económico de Europa y ello debería ser........