Como un niño con zapatos nuevos. Unos carísimos, capaces de convertirlo en un personaje decisivo en Hollywood durante las próximas décadas, o de ponerlo entre la espada y la pared por haber apostado por un negocio aparentemente en declive. Pero nuevos, al fin y al cabo. David Ellison (Santa Clara, California, EE UU, 1983), CEO de la productora de cine Skydance y, para más señas, hijo del multimillonario Larry Ellison, cofundador de la multinacional tecnológica Oracle, vive estos días en una nube. El motivo es que ha comprado Paramount, el gigante del entretenimiento.
La operación está tasada en unos 8.000 millones de dólares, y se espera que lo convierta en uno de los mandamases de la industria, aunque anda todavía pendiente de la aprobación de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés). Es el equivalente en EE UU a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Es solo el penúltimo y trepidante giro de guion de una persona que ha hecho grandes negocios con las historias. Aficionado a los videojuegos y al cine tras pasar horas y horas disfrutando de ambos junto a su padre, Ellison se enamoró del mundo de la aviación a los 13 años después de ver Top Gun. Lo que en cualquier otro adolescente hubiese sido una afición que no hubiese pasado de un par de pósteres colgados en la habitación, en él se convirtió en un sueño hecho realidad gracias al amplio bolsillo de su padre. Este empezó a tomar con él clases de........