A veces hay personas que intentan descubrir la raíz del mal, al menos penetrar en ella. Patricia Highsmith llegó muy lejos en algunas de sus obras. Casi todos los autores de novela negra, en especial Dashiel Hammett y su “Cosecha roja”, y la cumbre de Georges Simenon y no precisamente con Maigret aunque también. Le Carré le puso magisterio británico, por eso al final de sus días se nacionalizó irlandés. Hemingway se quedó con los adornos de casi todo, incluida nuestra guerra incivil, aun así su prosa es sublime. Vargas Llosa alcanzó altas cotas de análisis del mal en La fiesta del chivo, muy por encima de la anécdota que es un mero pretexto. Almudena Grandes, quizás demasiado conciliadora en sus “episodios”, hizo un gran alarde, repleto de escalofríos, en la........