El Gobierno de Canarias se declara en guerra contra los menores que llegan en pateras a las islas. El nene de la mochila señala como enemigo al niño o adolescente que llega vivo y solo a las islas tras cruzar la ruta migratoria más mortífera de Europa.
El nene de la mochila quiere hacernos creer a todos que el chivo expiatorio de los males que padece la sociedad canaria son los seis mil, o cinco mil niños que buscan mejorar sus condiciones de vida. No hay que ser muy tonto para asumir semejante patraña, hay que ser mala persona.
El problema que tenemos en Canarias no es tener que sufrir a incompetentes al mando de las instituciones que nos gobiernan. El problema es mucho más grave que la estulticia partidista generalizada. La realidad no admite bromas, frivolidades, ni insultos facilones, porque no son tontos, no son idiotas, no es una broma, son malas personas gobernando nuestra vida, promocionando la maldad y banalizando la crueldad en pro del interés superior del partido.
Para hacer carrera política durante años y ostentar un cargo de representación pública, con el único objetivo posible de obtener un interés partidista, es necesario desarrollar una maldad intrínseca que obvie cualquier prejuicio moral o ético. La trayectoria partidista implica necesariamente adaptarse constantemente a los mandatos de la secta sin cuestionar nada, y obedecer sistemáticamente hasta convertirte en un mandado que ejecuta las órdenes en beneficio del partido, enterrando para ello toda capacidad de raciocinio, eliminando todo filtro........