Primero el líder de la oposición aseveró que con la amnistía España acababa con la Constitución y después su subalterno aseguró que el Tribunal Constitucional era el cáncer de la democracia española. González Pons se desdijo unas horas después de que su jefe le tirara de las orejas. Pons había añadido que seguramente el PP no presentaría más recursos al Tribunal Constitucional por entender que era inútil porque estaba controlado por el Gobierno de España.
No sé si se desdijo porque se dio cuenta de la barbaridad que profirió o porque su partido tiene previsto presentar un recurso a la ley de amnistía del Gobierno y sus socios. En este caso hay que recordar las meteduras de pata del PP ante el Tribunal Constitucional con sus recursos de pataleo ante leyes esenciales como la del aborto o la de los matrimonios del mismo sexo.
Al mismo tiempo que ocurría esto, Emiliano García Page, emulando a su tocayo Zapata, volvía a hacer unas declaraciones muy críticas contra su partido precisamente relacionadas con la amnistía que beneficiaría a los independentistas catalanes. Esas declaraciones estruendosas de García Page son........