De la cuartilla al ámbito radiofónico ha viajado una historia de amor, pasión escandalosa para las mentes puritanas anglosajonas y que generó censura durante tres décadas
Una producción de Radioarte, El amante de Lady Chatterley, dirigida por Loly Moreira, ocupa las tardes, de 6:40 p.m. a 7:00 p.m., de lunes a viernes, en la emisora CMBF. El guion, a cargo del experimentado Joaquín Cuartas, se asienta en el texto homónimo, escrito por el británico David Herbert Lawrence (1885-1930), quien -a pesar de haber nacido en una familia de recursos limitados- logró cursar estudios universitarios, contraer nupcias con la hija de un varón alemán y publicar obras de ficción.
Según refiere la nota de contracubierta preparada para la edición impresa que hiciera Arte y Literatura en 1998, esa fue su última novela y vio la luz en Italia, con una tirada de solo 1000 ejemplares. Desde entonces, y a lo largo de 31 años, su difusión estuvo proscrita en Inglaterra y los Estados Unidos.
Llegado 1959 se levantó la censura y pudo hacérsele justicia al relato: “un sensible examen valorativo de la civilización occidental que, según la óptica del autor, destruye la naturaleza e inhibe la vitalidad humana. Esta desprejuiciada visión de la sexualidad en la sociedad moderna es un hito de las letras mundiales […] y ha devenido, sin lugar a dudas, un clásico”.
Algunos críticos literarios han resaltado que el escándalo suscitado se debió tanto al erotismo explícito como al análisis psicológico y sociológico mediante el cual Lawrence deja mal paradas a la aristocracia y sus convenciones sociales y morales.
Foto. / NetflixCon maestría, la historia detalla el quebrantamiento de un matrimonio, el de los jóvenes Clifford Chatterley (herido en combate, confinado a una silla de ruedas e imposibilitado de concebir descendientes), cuyo carácter es en exceso racional, frío, distante; y Constance (Connie), con inclinaciones artísticas e incluso bohemias. Mientras habitan la mansión señorial de Wragby, contigua a la mina perteneciente a la familia, él se refugia en los libros y ella languidece no solo por la ausencia de amor físico, sino, ante todo, por la carencia de verdadero afecto y calidez entre ambos. Finalmente, la mujer halla las dos cosas en el plebeyo, recio e instruido guardabosques de la propiedad: Oliver Mellors.
La obra de David Herbert Lawrence no fue apreciada........