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Los niños rehenes del diferendo

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friday

Aún hoy día se debate si fue moralmente ética o no la campaña de desinformación y falacias por la cual padres cubanos enviaron a tierra extraña a sus hijos, sin la compañía de un familiar adulto

Por. / PEDRO ANTONIO GARCÍA*

Eran cinco menores de edad. Desembarcaron en el Aeropuerto de Miami, procedentes de Cuba, a las 4:30 p.m. del 26 de diciembre de 1960. Con ellos se iniciaba la llamada Operación Peter Pan: un éxodo de niños cubanos hacia Norteamérica, organizado por el gobierno de los Estados Unidos.

Como parte de sus planes agresivos contra la Revolución Cubana, la CIA había lanzado el rumor de la promulgación por el Gobierno Revolucionario de una ley que eliminaba la patria potestad. Así comenzó el proyecto de migración de cubanitos, con el cual pensaban “desestabilizar a un inseguro y joven gobierno, provocar su ruina y finalmente su derrocamiento”.

Desde el 26 de octubre de 1960 Radio Swan, emisora pirata de la CIA, comenzó a divulgar noticias sobre la falsa ley. Tocó a María Leopoldina Polita Grau-Alsina la encomienda de ser una de las grandes propiciadoras de la campaña de desinformación y falacias, sobre todo entre sus amistades de la burguesía y clase media, en lugares como templos católicos y escuelas privadas.

Años después afirmaría ante un periodista: “Llegamos a redactar e imprimir la falsa ley […] El Departamento de Estado [yanqui] nos comunicó que habían nombrado al sacerdote católico de origen irlandés Bryan O. Walsh como coordinador del programa en Estados Unidos y este estaba autorizado a firmar las exenciones de visado”.

Funcionarios de las aerolíneas Pan American y KLM participaron en la Operación. / Archivo de BOHEMIA

Recibían por radio los números de pasaporte y visa desde Estados Unidos y los hacían llegar a los progenitores de los niños mediante una cadena de distribución. “El padre Walsh nos enviaba fondos mediante órdenes de pago que eran envueltas en celofán para que pareciera un paquete de cartas de juego”.

Según ella, funcionarios de varias embajadas europeas se involucraron en el complot: “Marie Boisssevant, esposa del embajador de Holanda; Wanda Foschini, asistente del embajador de Italia; el embajador alemán, Karl Von Spretti. En las líneas aéreas contábamos con Ulises de la Vega de KLM y Julio Bravo de la Pan American.

“El más importante de........

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