Por Miguel Vargas
Vocero de la Asamblea de Estudiantes del INBA, 2022.
Veo con dolor las declaraciones agresivas, surgidas de la mala fe o del desconocimiento, que han realizado diversas autoridades, entre ellas el alcalde electo de Santiago, sobre la triste situación en el liceo del que orgullosamente egresé, el Internado Nacional Barros Arana.
Cuando llegué al INBA, la violencia estaba ya normalizada. La “mano dura” de Alessandri legitimó la agresión de lado y lado, rompió completamente el diálogo y dividió a la comunidad educativa. El rector Uribe corría por los pasillos para no toparse con algún estudiante (lo vi en mi primer día de clases, cuando intenté saludarlo y se escabulló). Renunció antes de hacerse pública la red de delación que habría concertado con el municipio.
Lee también... A los verdaderos responsables de la tragedia del INBA Martes 29 Octubre, 2024 | 17:27Siendo dirigente, experimenté las agresiones y amenazas en carne propia; lo mismo vivían múltiples compañeros, docentes, directivos y trabajadores. Buscar el diálogo era visto con recelo por grupos que habían hecho de la violencia su única bandera.
Esto empezó a cambiar cuando María Alejandra Benavides, no sin reticencias de nuestra comunidad (yo incluido, por cierto), asumió la rectoría del Internado en medio de una crisis sin precedentes, que abarcaba desde deficiencias alimentarias hasta barricadas casi cada día, lo que........