Ñuñoa, el embudo del delito

¿Cumplen los municipios un rol clave en la estrategia de seguridad? Las cifras indican que sí. De lo contrario, no tendría sentido observar cómo se distribuyen los flujos delictivos, y tendríamos una repartición homogénea o al menos equivalente de delitos en relación con los ingresos.

Pero los porfiados datos nos muestran que no es así. Mirando las cifras de Carabineros del ultimo mes, se mantiene la constante del último año: los delitos violentos de Ñuñoa aumentan un 32%.

Un comparado de las comunas aledañas nos permite entender la crisis: disminuyen un 16% en Las Condes, en Vitacura un 11%, en La Reina un 9% y en Providencia se mantienen. Suben menos en Santiago 7% y Recoleta 1%. Ergo, Ñuñoa tiene el triste récord de triplicar en delitos al resto de las comunas analizadas.

Hay un tercio de delitos que el mes anterior, lo que es una constante en cada mes analizado.

Fenómeno del embudo

Especialistas dicen que eso se debe a lo que ha llamado un fenómeno de embudo: mientras todas las comunas aledañas aumentaron su capacidad preventiva y logística de apoyo a carabineros, Ñuñoa -salvo la renovación de equipos- sigue con la misma estrategia de hace 3 años. 3 directores de seguridad en 3 años, ratifican la teoría: no hacer las cosas, improvisar o seguir haciendo lo de antes, sólo atrajo a los delincuentes a la comuna e hizo de esta un atractivo foco delictual. En este caso, concentrando y acumulando el delito en sus calles.

“Tengo miedo, estoy sola”, escribía una vecina en la comuna en un chat comunal, mientras le notificaban que en la casa de al lado........

© BioBioChile