Sin ser una de sus actuaciones más espectaculares o brillantes, el delantero brasileño fue el principal argumento de los de Ancelotti para conseguir una importante victoria ante un magnífico rival que fue fiel al estilo que le está dando triunfos y reconocimiento desde que arrancó la temporada. En la primera parte Vini daba la sensación de no estar ante su mejor tarde ni en el mano a mano ni en la definición, pero cuando el choque se puso más cuesta arriba se remangó para encontrar la forma de meterle mano a un equipo bien organizado y que estaba sufriendo poco en defensa.

Cuando todos los compañeros la pedían al pie, Vinicius empezó a tirar desmarques para.mover el avispero y encontrar soluciones. Marcó el del empate, provocó el saque de esquina que dio lugar al segundo y se puso el mono de trabajo cuando tocaba ser solidario y echar una mano atrás. Carletto le retiró del campo cuando se le acabó la gasolina y le reconoció el esfuerzo con una efusiva felicitación a pie de banquillo.

Después de varios partidos alejado de su mejor nivel y más pendiente del entorno que del césped, Vinicius volvió a ser el futbolista desequilibrante que necesita el Madrid para poder aspirar a todo lo que queda por delante. En ausencia de Bellingham, el delantero brasileño tenía la obligación de dar un paso al frente y cumplió con creces. Supo entender lo que necesitaba el.encuentro y se puso manos a la obra para conseguir una victoria fundamental en el campeonato. Vini, centrado en el fútbol y alejado del ruido, volvió a ser el elemento diferenciador de un equipo que le echa mucho en falta cuando no está o se pierde en guerras estériles.