El fracaso moral de ICE |
Treinta y dos vidas. Treinta y dos personas que respiraban, soñaban, tenían familias esperándolos. Entraron a la custodia de ICE con salud, y salieron en bolsas para cadáveres. Esta no es una estadística abstracta ni un "incidente aislado" que pueda esconderse bajo la alfombra burocrática.
Es un patrón sistemático de negligencia, deshumanización y abandono que revela la verdadera naturaleza de cómo Estados Unidos y la administración Trump trata a quienes buscan una vida mejor en su territorio.
La Agencia de Inmigración y Control de Aduanas opera en una zona gris de responsabilidad donde la rendición de cuentas parece evaporarse como agua en el desierto. Bajo la administración Trump, que convirtió la retórica antiinmigrante en política oficial, ICE recibió carta blanca para expandir sus operaciones de detención masiva sin los mecanismos de supervisión adecuados. El resultado es predecible y devastador: personas saludables que entran a centros de detención y mueren por causas que van desde negligencia médica flagrante hasta condiciones inhumanas de confinamiento.
¿Quién responde por estas muertes? La pregunta resuena en el vacío. ICE opera con una impunidad casi total, protegida por capas de burocracia federal y una cultura institucional que prioriza la deportación por encima de la dignidad humana. Los inspectores independientes han documentado repetidamente condiciones deplorables: hacinamiento extremo, atención médica inadecuada o inexistente, aislamiento prolongado, falta de higiene básica. Sin embargo, las........