Pasé casi tres días completos escribiendo un diario que finalmente no mandaré a Aporrea ya que, cuando casi estaba por terminarlo (nunca lo terminé), me enteré de que las fuerzas policiales secretas del actual presidente de Venezuela arrestaron a alguien muy cerca de dónde yo vivo, acusándolo de instigación al odio y está hoy encarcelado (y probablemente torturado) en uno de los nuevos centros de reclusión creados últimamente a nivel nacional por el actual gobierno de Venezuela para encarcelar y torturar a cualquiera que se exprese en contra del actual presidente de Venezuela y su gente.

Ese nuevo centro de reclusión y tortura, se encuentra cerca de donde yo vivo también. El otro día lo vi por primera vez desde el autobús, incluso vi a varios efectivos de una nueva fuerza policial secreta, y me pregunté, ¿qué está pasando aquí?

Pero, no dije nada un día mientras estábamos al lado de cuatro de esos efectivos, vestidos de negro y altamente armados, quienes nos estaban mirando con ojos de matones cuando el autobús se paró al lado de ellos para montar otros pasajeros.

Me sentí como si estuviéramos viviendo en la Alemania Nazi.

Sí señor.

Bueno, ese diario que jamás terminé ni leerán, trataba de una investigación que he estado llevando a cabo desde hace dos meses y medio, donde compilé datos en tiempo real sobre las actividades aéreas comerciales, de carga, de aviones privados, y de aviones militares venezolanos, cubanos, y rusos en el aeropuerto de Maiquetía.

El propósito de esa investigación era de proveerles informaciones reales sobre las actividades aeroportuarias que probablemente coincidirían logísticamente con la actual escalada de represión y la cacería de brujas llevada a cabo actualmente por este gobierno contra de nuestro pueblo y el eventual control militarizado y policializado de los aeropuertos de nuestro país, incluso el control militarizado y policializado de las........

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