Ayer pasé alrededor de seis horas al lado del mar observando la multitud de gente en la playa desde la sombra, sudando como un cochino, como todos, es que, hacía muchísima calor y no había nada de viento. Aun la gente de piel oscura estaba sudando como cochinos, era increíble, la gente estaba como desesperada, y por eso me imagino había tanta gente metida en el agua, mucho más de lo normal.

Bueno, normalmente la gente que acude a esta playa, viene de los barrios de Caracas temprano en autobús y se regresan a Caracas como a las 3 o 4 PM, pero ayer la playa todavía estaba absolutamente llena de gente, con muchísima gente bañándose en la oscuridad a las 7:30 PM cuando regresé a mi taller. Me imagino que debe ser resultado del calor extremo que ha hecho desde hace seis meses con este asunto del calentamiento global.

Bueno, no pasó nada en particular, nada diferente, pero como siempre, vi varios casos de extorción por parte de los diferentes cuerpos policiales para permitir a algunos negocios vender cerveza y licor clandestinamente (eso es algo común aquí en Venezuela). Sin embargo, me vino a la cabeza algo que me pasó el viernes pasado en el pueblo antes de ir a pescar en el rompeolas de esa misma playa, una experiencia muy interesante, la cual redacté esa misma noche pero que me olvidé de incluir en el........

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