Hace ya algunas décadas, en una de esas tertulias informales que uno tiene en cualquier pasillo o esquina del edificio donde hacemos vida académica en una universidad de provincia, y que a veces resultan hasta más interesantes que las disertaciones del aula de clases misma, compartíamos la "peregrina idea" de que la juventud tenga altas responsabilidades en la gestión pública y privada en Venezuela. La recordamos a propósito del nombramiento de dos jóvenes políticos en las carteras de educación y educación universitaria, el abogado Rodríguez y el licenciado en estudios internacionales Sánchez.
Por razones profesionales (ya hemos dicho que somos docentes universitarios, iba a decir de "nuevo ingreso" y lo soy frente a mis admirados docentes de las generaciones de 1970, 1980, 1990 o 2000, muchos de los cuales fueron nuestros formadores de forma directa y presencial o indirecta a través de sus libros que se acumulan en el cuarto personal y la sala; pero de manera increíble tenemos ya 20 años en las aulas del Instituto Pedagógico de Barquisimeto Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa y hasta ya hemos alcanzado la máxima categoría de Profesor Titular a Dedicación Exclusiva de la UPEL/IPB), gracias a la constancia en los estudios hasta el V Nivel y la investigación, siempre apoyados como hemos sugerido sobre los hombros de grandes maestros en historia, filosofía y pedagogía que la vida nos ha regalado.
Dicho sea modestamente porque, según el parecer de algunos colegas docentes, parece que resulta irrelevante desde el punto de vista económico y social adquirir tan alta categoría del escalafón universitario en Venezuela hoy, porque igual que otro colega de categoría Instructor, por........