Geopolítica y geoestrategia, tres consideraciones y una reflexión

La Geopolítica desde el punto de vista práctico de la historia humana como acontecimiento constituye un hecho espacial y, en el plano teórico, de la historia como conocimiento, o ciencia, tiende a la síntesis; dado que se vincula a otros acontecimientos propios de la “gestión antrópica”, es decir, la acción de los hombres en el espacio y el tiempo, así como las “huellas ecológicas” por los signos de las sostenibilidad o riesgos implicados en la misma, como se diría parafraseando a los historiadores de la escuela histórica francesa de los Annales:

Marx Bloch (Lyon, 6 de julio de 886-Saint-Ddier-de-Formans, 1944) en su obra “Apología de la historia o el oficio del historiador” (Lola Betancourt de Fuenmayor, Fundación Buría, Caracas Barquisimeto,1986) y Pierre Vilar (Francia, Forntignan, 3 de mayo de 1906-Donapaeut, 7 de agosto de 2003) en su obra “Iniciación del Análisis del Vocabulario Histórico (Ariel, Barcelona, 1999).

De lo anterior se tiene entonces que la Geopolítica como hecho espacial se vincula por tanto a la Geografía, a la tierra y a los territorios de los estados nacionales; como disciplina, disciplina esta última que según cultores de la misma como el profesor Ramón Tovar (Venezuela, Puerto Cabello, 1923-Caracas, 2018) es una “Ciencia de Síntesis”; de hecho, así se titula unos de sus libros más importantes, junto a su obra “El Enfoque Geohistórico”, porque enuncia las interrelaciones que establecen los grupos humanos a través de los estados nacionales en la modernidad occidental por las vías del comercio, la política y la cultura, principalmente, asunto que también lo destaca Siso Quintero (2010) en el artículo “¿Qué es........

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