En el marco del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, en Colombia, la conmemoración del 9 de abril se tiñe de una amarga ironía. Mientras se honra la memoria de quienes han sufrido los estragos de la guerra, la zozobra por la persistencia de la violencia ensombrece el panorama. Paradójicamente, en departamentos como Cauca, Putumayo, Chocó, Nariño, Arauca y Norte de Santander, donde la belleza onírica de sus paisajes pareciera un escenario ideal para la paz, la realidad impone un desolador contraste: el paisaje de la guerra y la barbarie. La conmemoración de este día no se trata solo de un acto protocolario; es un llamado urgente a la acción.
Es un recordatorio de que las víctimas, más de 9 millones en Colombia, no solo........