Los humanos han creado leyes para dirimir problemas que un individuo le ocasione a terceros o a toda una comunidad, sin embargo los anales de la historia nos enseña que da la impresión de la existencia de algunos personajes o instituciones que parecieran estar exento de los rigores de la justicia. Es posible, así mismo, la creación de cierta legislación para beneficio de un sujeto, o de un grupo en detrimento de otros subyugados. De esto últimos se tiene numerosos ejemplos.
Es bueno recordar las leyes de la Iglesia Católica y aplicadas durante el período de la Inquisición, cuando la iglesia tuvo un poder hegemónico entre 1478 y 1834, por más de 300 años. Fue el primer intento de un mundo unipolar, tiempos del Santo Oficio, la época cuando este podía actuar en todo el orbe conocido, cuando los embajadores, frailes, obispos y arzobispos actuaban como espías al servicio del sacro tribunal. Esta legislación, de origen “divino”, permitió despojar de sus riquezas a los judíos, gitanos, homosexuales, “brujas”, moros, infieles entre tantos desdichados, considerados representantes o hijos de Satanás en la Tierra. Mediante estas sanguinarias leyes canónicas, en alianza con los reyes, se condenaron a la hoguera a miles de desdichadas y lo mejor de todo, el único objetivo de tales prácticas, era apropiarse de los bienes, tanto muebles e inmuebles de los condenados, para repartirlo entre los monarcas y los inquisidores. Esto sucedió en la España de los reyes católicos, cuando desalojaron de este territorio a los judíos (1492) y a los moriscos (1609), así mismo, de la expulsión de los hijos de David de los Estados Pontificios (1569) y en otros lugares del planeta. En verdad, el único motivo de tales prácticas utilizadas en toda Europa era apoderarse de sus bienes, también, evitar pagarle a los banqueros y comerciantes judíos las deudas contraídas por los reyes, aristócratas, papas y arzobispos con aquellos usureros.
Como vemos aquella legislación tenía carácter universal, es decir era internacional, era aplicable en todos los países donde el Sacro Imperio Romano Germánico tenía sus garras metidas. De estas leyes canónicas aprendieron los imperios que subyugaron a buena parte del planeta conocido. Elaboraron y aplicaron leyes en todas las regiones avasalladas. Uno de los más famosos fue el Imperio Romano que dominó tres continentes conocidos: Europa mediterránea, el Norte de África y Asia Menor, hoy llamado Oriente Medio o cercano oriente. Es trillado por todo los lectores de la historia, que el senado, ubicado en el Foro........