El Socialismo y el Evangelio es interpretado en un texto llamada La Nueva Italia, (Izquierda). El Vaticano avanza en su hegemonía de poder

Entiendo, que el calor viene agobiando a muchas personas, pero, resulta muy interesante la lectura de historias helénicas. Para ser un escritor colegiado desde la época en que el profesor Eduardo Arroyo Álvarez era su presidente, y hoy, observar que nuestro centro cultural de Literatura al lado del Museo de La Cultura en el Parque de los Enanitos o Humboldt, construido por el ex Alcalde Francisco Cabrera Santos, ocupado en el presente por la Policía Municipal de Valencia es deprimente y es visionar una comedia social. No hay reparo de parte de los dirigentes culturales y políticos, nos hemos convertido en un Estado habitado por apáticos, donde la historia política se convirtió en la encarnación de una utopía.

Estamos, escondidos en un misterio cotidiano, la del teléfono celular. Es el movidísimo templo religioso. Allí se encuentra la nostalgia por la vida heroica y la entrega absoluta. Es estarse en un constante éxtasis. La inmovilidad del tiempo es peligrosa. Bueno, el tiempo ya no es un problema. Lo entiendo, cuando mi madre Eva y abuelo Celestino me llevaban al malecón de Puerto Cabello, para ver los barcos entrar en bahía, luego de in al culto protestante para algunos, y otros, evangélicos.

En esos años frágiles de nuestra edad aprendí a definirme, y una vez llegue al portón de Calle Sucre y encuentro al siervo Don Santiago Wesley frisando: "Emiro no te metas en problemas, tu sabes de mi conducta en Irlanda contra los romanistas. Aquí, solo hay un barniz del Evangelio. Algunos hermanos de Venezuela, viven y creen en Venezuela que es su territorio privado, el ser anciano" A mi lado el Hno. Juan Rodríguez, quien me acompañaba en las predicaciones. Sin duda, me habla del amor hacia las personas y, la restauración de los hermanos que tomaron otras sendas en su tránsito en este tiempo.

Como observamos, todo es una comedia, lo mejor es disfrazarse. Son historias comunes con los abuelos, con tías, son secretos familiares. Juro, que no aspiro a ningún realismo, ni mágico, menos casero. Acaso, hay unos cuantos olores del gallo que tenía Leónidas en Tovar, allí en su casa hablamos del mercado andino, y lo hermoso de........

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