De cuando CAP, viajaba en avión "por puesto" y la meritocracia petrolera en vuelos especiales

"Los gringos no vuelven nunca".

"Lo único cierto era que se llevaron todo:

El dinero, las brisas de diciembre, el cuchillo

del pan, el trueno de las tres de la tarde, el aroma

de los jazmines, el amor".

"Vivir para contarla".

García Márquez.

La bonanza de cierto sector venezolano, que no ocultaba, más bien ponía empeño que fuese como su estandarte, hasta hacía aparecer a todo aquel que eso hiciese como superior a lo que exhibía y presumía. Y entonces le tomaban por tipo por encima y sus puntos subían en la estimación como para que dijesen, "esos venezolanos como dicen ellos mismos, son chéveres, se pasan de buena gente, se les ve por encima y ojalá aquí vengan puros de ellos".

Eran los tiempos de aquel capitalismo de bonanza porque el petróleo tenía un valor estimable, pese en veces tenía sus caídas, que la OPEP cuidaba no fuesen tan bruscas, como para afectar a los países que de ella formaban parte y los gobiernos nuestros "cuidaban con verdadero celo" sus relaciones con USA, tanto como no salirse de las normas que desde allí dictaban, entre estas hacer lo posible para que el hidrocarburo no subiese mucho, pues allí estaban nuestros principales compradores y entonces decían ellos "quien le tira a su familia se arruina", que es lo mismo o exactamente "le arruinamos". Porque en esa relación familiar, íntima, nosotros somos los familiares de ellos o los destinados a servirles y pagar los platos rotos. Y el gringo quería estar seguro, como sigue en su deseo, imperturbable, que ese petróleo estaba aquí para ellos y hasta para cogérselo, dado el caso, en cualquier momento, con la anuencia de quienes gobernasen. Salga sapo o salga rana. O lo que es casi lo mismo, Trump, que ya ganó o Harris que perdió.

Para cumplir con esa fidelidad y los empresarios y gobernantes del norte, no les incluyesen en la lista negra, esa del comunismo y enemigos de la democracia, del "mundo libre, neoliberalismo, hijo del viejo "Le laissez faire, laissez passer", nuestros gobiernos violaban las cuotas de producción de lo OPEP, producían más de la acordado, para que los compradores estadounidenses gozasen de precios más bajos. Pero también es verdad que, PDVSA, en manos de la meritocracia, había logrado cierto grado de independencia con respecto al Estado y, no era extraño que, en Miraflores, nada tuviesen que ver con aquellas componendas, salvo hacerse los locos por lo mismo, hasta donde era pertinente o se rebasaban los límites. Conducta esta, que hizo creer a los gerentes de PDVSA que la empresa era de ellos, de allí eso de la "Meritocracia".

Pero también era esa la época de cuando teníamos capacidad productiva en materia petrolera, por encima de lo que demandaba nuestro mercado y no nos habían caído las plagas, como la política petrolera fracasada de Rafael Ramírez, que cerró los........

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