La Externalización de la Soberanía y su Lógica Colonial |
El expediente está abierto. No en archivos clasificados, sino en actas oficiales, declaraciones ante foros extranjeros y la propia retórica de quienes lo protagonizaron. Documenta, con escalofriante claridad, la externalización deliberada de la soberanía venezolana: no como episodio aislado, sino como estrategia política que convierte el disenso interno en súplica de tutela externa —y, en última instancia, en subyugación nacional.
María Corina Machado no se limitó a criticar a su gobierno desde su país; en marzo de 2014, compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos pidiendo explícitamente la intervención de una potencia extranjera para "ayudar a la salida de este régimen". Leopoldo López, tras su arresto, vio su caso judicial trascender los tribunales venezolanos para convertirse en una causa internacional orquestada desde embajadas. Y en enero de 2019, Juan Guaidó se autoproclamó presidente no por mandato popular, sino por reconocimiento instantáneo de Washington y sus aliados, instalando desde el exterior un "gobierno" que abogó abiertamente por sanciones coercitivas, bloqueos e incluso una intervención militar contra la nación que decía representar.
Estos no son meros desacuerdos políticos, ni siquiera errores tácticos. Son actos formales de invitación a la injerencia. Y revelan una lógica más profunda: la negación del pueblo venezolano como sujeto de su propia historia.
La Perversión del Rol Político
En una democracia, la oposición no es el enemigo, sino el contrapeso interno. Su función no es destruir el orden constitucional, sino mejorar el sistema desde dentro. Su lealtad última no puede ser a una ideología abstracta ni a una potencia extranjera, sino a la nación: a ese cuerpo político común —con sus tensiones, sus errores y sus acuerdos— que comparte gobierno y oposición. Ambos habitan el mismo suelo, se rigen por la misma Constitución y, en lo esencial, comparten un destino. Aun cuando ese destino no coincida con mi visión, existe una propuesta superior a la que todo actor político debe........