Fospuca, el beso de Judas

Ni Judas se atrevió a tanto...

I

El Retorno necesario, ¡De Vuelta Chávez! ¡No Nos Hemos Ido! ¡La Victoria Nos Pertenece! Hasta hace poco en Venezuela podíamos afirmar que la traición de Judas al Maestro, al que de paso había manifestado públicamente y en reiteradas oportunidades lealtad absoluta, era conocida como la traición más grande de la historia, no solo por las implicaciones personales, sino porque motivado por el interés egoísta de enriquecerse, Judas en un solo acto, además de la traición al Maestro, traicionaba, al mismo tiempo y alevosamente, a todo un pueblo que cifraba sus esperanzas en la propuesta de cambio liberador de la opresión, no solo del hegemón imperante sino de toda maldad, que les impedía desarrollarse como seres humanos y como pueblo.

Se aprecia de lo expresado anteriormente que la inmensidad de la traición está, en que no solo se traiciona a un hombre (en el caso de Judas traiciona a Dios hecho hombre), sino que esta traición se extiende a todo un Pueblo y al proyecto que lucha por desarrollar para su emancipación definitiva; tristemente en la Patria y entre otras específicamente en nuestro Edo. Bolívar, se ha dado el caso de una traición que nada tiene que envidiarle a la traición que Judas materializó con su artero beso, así las cosas; para avanzar en la idea, recordamos la canción........

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