La Doctrina Manifiesta
Desde que tomó posesión del cargo por segunda vez como Jefe del Estado el señor Trump, creyó por su mitomanía que su designación se debió a la gracia de Dios que ratifica su juramento que USA es la depositaria de la doctrina manifiesta, razón para que sin dubitación alguna dijera ‘que puedo y debo quedarme para otro periodo’. Es cierto. La constitución no impide que haga lo que le de la gana, Rosenvelt impuso un carnicero en Nicaragua que cualquier día desató una purga sangrienta contra la oposicisión. Los asesores de Rosenvelt le pidieron que lo llamara a cuentas, respondió: ’Somoza es un hijo de p… pero es nuestro hijo de p… y hay que defenderlo’. ‘La constitución no es más que un miserable pedazo de papel’ como enunció el mismo Somoza y ratificó Nixon en el 73 quien ordenó a H. Kisinger con relación a Allende: ‘a ese hijo de p… hay que eliminarlo cueste lo que cueste’… y lo asesinaron. Los jefes de Estado en USA han creído que la Doctrina Monroe es en verdad un versículo bíblico, una licencia para asesinar a placer por ser los destinatarios del Destino Manifiesto.
Sólo Bolívar en la apertura de la Conferencia de Colón-Panamá -1826-, ante el despropósito a que se contrae la tal doctrina Monroe manifestó: ‘Los Estados Unidos de Norte América parecen como destinados por la Divina Providencia para sembrar........





















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