La victoria de Nicolás Maduro el 28J, el berrinche de la derecha, la conspiración internacional y los retos del chavismo

La contundente victoria del Presidente Nicolás Maduro en las pasadas elecciones del 28J, es una prueba fehaciente de que el chavismo es una fuerza política innegable y perdurable en Venezuela. Con 6.408.844 votos o 51,95% de los sufragios contabilizados, el candidato de la Patria se impuso a Edmundo González Urrutia, monigote de la Casa Blanca, quien obtuvo 5.326.104 papeletas, lo que representa el 43,18% de la expresión popular. Estamos platicando de una brecha de más de un millón de voluntades, lo cual no es cualquiera cosa. Si bien la derecha aumentó sus guarismos con respecto a 2018, cuando capitalizó en su conjunto poco más de tres millones de votos y ahora conquistó más de cinco millones de papeletas, el chavismo la ha dejado muy atrás en los escrutinios. Éste ha mantenido su piso electoral de 2018 (6.248.864) y ha ganado más de 100 mil votos en esta oportunidad. A pesar de que la oh-posición ha sobrepasado el techo de cinco millones de sufragios por primera vez desde 2015, ni en 2018 ni en 2024 ha tenido los números para derrotar al chavismo. Ni yendo toda junta podría ganar y eso es mucho aducir en más de dos décadas de proceso bolivariano. Como era de esperarse, el sector mayoritario de la derecha que tenía como abanderado al títere de María Corina Machado, Edmundo González Urrutia, no aceptó los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) y provocó actos de terrorismo urbano con un saldo de 25 fallecidos en todo el país y pérdidas millonarias en daños materiales. La oh-posición -como es tradición- afirmaba poseer pruebas del "fraude", mas nunca las presentó. Lo cierto es que el pueblo ha dado un nuevo voto de confianza al Presidente Nicolás Maduro para seguir en la conducción de la Revolución Bolivariana y resolver abundantes asuntos pendientes.

Durante la jornada de la elección presidencial, el Poder Electoral sufrió agresiones informáticas inéditas que causaron perjuicios a la plataforma tecnológica del ente comicial y se calcula que hubo 30 millones de ataques por minuto en el transcurso del día de las votaciones, lo que es una cifra abrumadora. Estos provenían de EEUU, Reino Unido, Francia y Suiza, por enumerar algunos territorios hostiles. Por dicha razón, la página del CNE ha estado fuera de línea desde el 28J (*) y por ello no se han publicado en internet los resultados mesa por mesa como siempre se había hecho. Para no dejar lugar a dudas, el Presidente Nicolás Maduro acudió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para introducir un recurso contencioso electoral con el propósito de que la máxima corte hiciese un peritaje de las actas del 28J y certificara la victoria del chavismo en las urnas. Con esta jugada magistral, el Presidente obligaba a quienes gritaban "fraude" a que evacuasen las pruebas ante el TSJ. En efecto, nadie hasta ahora ha podido demostrar que haya habido algún delito electoral por parte del CNE y sus miembros de mesa y, por el contrario, en auditorías externas se ha determinado que el 83% de las actas publicadas por la oh-posición es falsa, apócrifa (**). Para más inri, el candidato Edmundo González Urrutia no compareció en dos ocasiones al TSJ para exhibir fundamentos de sus alegatos y tampoco acudió a las tres citaciones que le extendió la Fiscalía General de la República. ¿Por qué? De acuerdo con la sabiduría popular: "Quien no la debe, no........

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