Para hablar de un movimiento social y político, tenemos que dar un vistazo a los movimientos sociales. Un movimiento social es una agrupación de individuos que comparten rasgos identitarios (etnia, género, clase social, orientación sexual) o ciertos objetivos (políticos, sociales, culturales) que desafían conjuntamente un punto de vista dominante sobre determinada realidad social. Es un actor político colectivo que persigue un objetivo social, un cambio social a través de movilizaciones y otras acciones grupales.
En Venezuela después de muchos años de desmantelamiento del Estado Democrático y de Derecho sustituido por un Estado de Terror [la terreur/ Dixit Comisión Interamericana de DH] ha operado una perversa diseminación de nuestra cultura, de nuestra identidad, de nuestro sentido de pertenencia. Un plasma identitario y cultural derramado por la ideologización y la represión antillana. Venezuela va por una cruzada colectiva por la libertad que es por nuestra identidad, movimiento de movimientos que lo hemos bautizado: la revolución de las orquídeas.
De Vargas a Gómez: montoneras y más montoneras
Nuestra independencia [1810], comenzó con un ‘movimiento social’ liberal de blancos peninsulares, blancos de orilla; criollos, pardos y mantuanos que rápidamente se extendió a negros, indios, cimarrones y mulatos, generando un diverso movimiento emancipador del imperio español. Con la independencia vino una larga y tumultuosa era republicana entre liberales y conservadores, montoneros y caudillos, que se batían por el poder en medio de revoluciones amarillas, azules; legalistas, restauradoras, reformistas; de marzo, abril o campesina, caracterizadas por un enfrentamiento civil incesante y violento.
Desde la Cosiata de Páez o Revolución de los Morrocoyes [Valencia 1926] hasta el benemérito Gómez, Venezuela fue una república rota, agitada, ensangrentada. El ideal integrador Bolivariano de la Gran Colombia fue resistido por Páez. Y comienza una cadena de guerras civiles hasta la federal de 1964 […] La salida de Juan Crisóstomo Falcón del poder [1867] y la resistencia de su Ministro de Guerra y Marina, Manuel Ezequiel Bruzual [Presidente provisional 1867] nos trajo la Revolución Azul [José Tadeo Monagas et al]. La Revolución de Abril o Revolución Amarilla la lideró Antonio Guzmán Blanco [1870] contra los azules. La Revolución Campesina vino antes de la mano de Antonio Leocadio Guzmán [padre de Guzmán Blanco] y luego Zamora [1948] contra Páez. La revolución legalista la protagoniza Raimundo Andueza Palacios que deseaba continuismo mediante una reforma constitucional. Joaquín Crespo-su otrora adversario-le defiende [de un fraude electoral-Diciembre de 1897] contra José Manuel “Mocho” Hernández, quien habría sido triunfador de la contienda presidencial por el Partido Liberal Nacionalista. Montoneras y más montoneras.
La confrontación sangrienta e insaciable arrancó con........