Las sociedades contemporáneas están pobladas de seres invisibles, son aquellos que están detrás del funcionamiento de las cosas y que hacen posible que nos insertemos en la dinámica social, ya sea la movilidad, el trabajo o el esparcimiento. Nunca vemos al conductor del metro o al operador de una central hidroeléctrica que nos proporciona luz en casa o el operario del acueducto o del proyeccionista en el cine. Algunos otros oficios son considerados por algunos como de baja categoría, como por ejemplo los empleados de limpieza de los baños o aseos públicos. Win Wenders escoge como personaje de su historia “Días perfectos” (Perfect Days), a Hirayama, encarnado magistralmente en el actor japonés Koji Yakusho, un empleado de la municipalidad de Tokio encargado de limpiar inodoros. Nos hace acompañarlo en su rutina diaria, en la que observamos cómo cumple su trabajo a niveles de excelencia en los detalles, cuando limpia un inodoro o los grifos de un lavabo, hasta dejarlos relucientes. Es un perfeccionista. Se comporta en silencio, no conversa con nadie, es un hombre digno. De noche, lee........