La cima del proceso fraudulento 

Este sábado 28 de septiembre se cumplieron dos meses del golpe del estado a la soberanía popular. El fraude perpetuado de forma grotesca y abierta constituye el arribo a la cima de todas las violaciones al orden jurídico y político de nuestra sociedad, al establecimiento definitivo de un sistema autoritario fundado en la fuerza arbitraria de los poderes públicos.

Este asalto a las urnas electorales, en esta ocasión, ha sido documentado y evidenciado de tal forma que el mundo democrático no ha reconocido el anuncio oficial. Los gobiernos y organismos internacionales han cuestionado el fraude y los más indulgentes le han exigido a Nicolás Maduro hacer público el conjunto de actas con las cuales sostiene haber obtenido el triunfo.

Antes de consumar este delito, la cúpula roja, ya había ejecutado otros desconocimientos a la voluntad popular, usando el control político que ejerce sobre los poderes públicos. En esa cadena de fraudes, debidamente documentados, tiene especial significación el desconocimiento al poder legislativo elegido el 6 de diciembre del 2015. Aquella jornada electoral tomó por sorpresa a la camarilla gobernante que no previó un resultado, donde la sociedad democrática lograría una mayoría calificada de las 2/3 partes de la Asamblea Nacional. Esa jornada de votación evidenció la determinación de cambio de nuestra sociedad al lograr la oposición una votación equivalente al 56.21 % de los votos, quedando la coalición gobernante con un 40.92 %.

La primera reacción del PSUV, para iniciar el desconocimiento a la voluntad popular, fue utilizar la sala electoral del TSJ, mediante la presentación de un recurso contencioso electoral con solicitud de amparo........

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