Marcaje al monopolio Google

A veces, el nombre de una empresa se convierte en verbo. Hay gente que dice googlear como sinónimo informal de buscar en Internet. El uso del palabro trasluce el dominio del mercado por parte de Google Search, que controla el 95% del mercado español, —y, punto arriba, punto abajo— el europeo, y el norteamericano, y el de otros tantos países—. El propio Amit Mehta, juez de distrito de Columbia que en agosto zanjó que Google es "un monopolio", escribe incluso en su fallo que su motor de búsqueda general "está ampliamente reconocido como el mejor en EE UU", una afirmación que ha servido al gigante tecnológico californiano para replicar con sorna, antes de anticipar un recurso al fallo, que, "por tanto, no se nos debería permitir hacerlo fácilmente accesible".

De lo que Alphabet, conglomerado del que Google Search forma parte, no habla es de cómo ha logrado alcanzar tal control del mercado con una herramienta propia sujeta a la lógica de la economía digital, según la cual los resultados se afinan y mejoran a medida que se va aumentando la cantidad de personas usuarias; en su caso, cuantos más datos se acumulan sobre qué se busca y con qué palabras. Las empresas ya se presentan en Internet para que Google las encuentre. Muchas pagan por ello.

De admirar a rechazar

Nunca como ahora gobiernos, instituciones y empresas habían asediado al gigante dirigido por Sundar Pichai. Según Christian Bergqvist, profesor asociado de la Universidad de Copenhague y experto en derecho de la competencia e innovación, al menos hay abiertos 100 casos antimonopolio contra Google; entre otros, en Brasil, Corea del Sur, India, Turquía, Sudáfrica, la Unión Europea y Estados Unidos. En un artículo en ProMarket, publicación del George J. Stigler Center de la Universidad de Chicago, Bergqvist........

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