CAMAGÜEY.- Aunque el optimismo es lo último que debe perder un revolucionario de cualquier tiempo, lo cierto es que se hacen esfuerzos descomunales frente a las carencias de combustible, recursos financieros e insumos materiales de muchos tipos, pero en la concreta, ahora mismo, hay desinformación y déficit sostenido en el abasto de agua en no pocas partes de la ciudad de Camagüey, sequía hidrológica real aparte.
Una joven madre y consumidora del acueducto de Camagüey llamó para saber al respecto y una voz desorientadora, le respondió que si ella no sabía que los embalses estaban secos. Se alarmó, mas siguió aferrada al celular inseparable…
Dos recorridos diferentes: hace casi medio mes se les trasmitió a las autoridades provinciales que visitaron la presa Máximo el compromiso de que al finalizar marzo entrarían a pruebas tres nuevos motores eléctricos que enviarían —desde esa fuente superficial— 540 litros por segundo a la Planta Potabilizadora agramontina.
La carencia de suministros que se gestionan a punta de lápiz en el país pondrá la fecha conclusiva de la primera etapa de la obra donde trabajan arduamente brigadas constructoras y del INRH; sin embargo, la presa dispone del 75 % de llenado total, más de 52 millones de metros cúbicos de agua (MM3), muy parecido a la Caonao de Florida, otrora refuerzo de Pontezuela a través de una vieja conductora que por el rescate de nuevas fuentes subterráneas y el poco consumo debido a la casi desactivada zafra en el oeste provincial, conserva casi intactos 21 millones de metros cúbicos pese al período árido.
Para que los embalses acopien agua debe saturarse el suelo y por escurrimientos nutrirse las fuentes. Los bienhechores chubascos en distintas localidades de la provincia, además de un presagio lluvioso primaveral, beneficiaron pastizales, aguadas para los animales y suelos para las siembras de alimentos… pero un número de reservorios, principalmente de abasto a la población continuaron bajando sus niveles hídricos y otros colapsaron, como Tínima y Pontezuela al norte de la ciudad, Mañana de Santa Ana, principal suministradora de agua a Nuevitas, al igual que el Hidrorregulador Las Flores.
En Guáimaro, está deprimida la Enrique Hart, y Jobabito, embalse limítrofe con Las Tunas, dispone reserva para 167 días de abasto estimado.
En Santa Cruz del Sur, Punta de San Juan en La Jagua y Cándido González merecen un punto y aparte, para que no se contrapongan la preservación del medio ambiente, la naturaleza y el ser humano como ente principal, teniendo en cuenta la recuperación de nuevas o viejas fuentes de suministro hídrico, sin olvidar la penetración salina.
El ingeniero Gustavo Riesgo, experimentado especialista de Aprovechamiento Hidráulico en la provincia, coincidió con Leonardo Soto Romero, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulico (INRH), que si se preserva la cobertura actual de 125 días de la presa Amistad Cubano-Búlgara; se ponen en funcionamiento los siete motores eléctricos de bombeo de la Máximo (dos de reserva), y llega la lluvia temprano, se restituirán los niveles a Pontezuela y Tínima, y el suministro a la población de la capital provincial se garantizará desde la Potabilizadora con unos 1 200 a 1 300 litros por segundo del líquido tratado. Ahora anda por menos.
Desde luego, pensando en la Máximo, cuenta con un sistema eléctrico más eficiente que el instalado en aquella severa sequía 2004-2005, se necesita la estabilidad nacional eléctrica para evitar disparos que perjudican el suministro de agua desde el lejano paraje de abasto.
Matemáticamente —así suelen decir los expertos hidráulicos— cuando se cumplan los proyectos de la Máximo y las constantes alternativas en proceso, mejorará el abasto a la población. Todo aun frente a agravantes como el acoso a créditos, la adquisición de piezas y accesorios para renovar o restaurar las redes de distribución y bombeen.
Se precisa también la corrección de salideros y la fiscalización para lograr mayor eficiencia en las operaciones con las válvulas de distribución que se reparan sin el mantenimiento adecuado.
También urge la exigencia para enfrentar en cada barrio a los grandes y pequeños derrochadores de agua, algunos de los cuales lucran de ella, con los llamados “ladrones” de agua conectados a las redes para llenar primero y en abundancia hasta piscinas clandestinas. Sería bueno habilitar un teléfono para que la población denuncie estas y otras indisciplinas sociales que agravan la escasez.
El joven Melanio Chaviano Basulto no nació en la comunidad La América, pero vive allí hace 15 años. El disperso asentamiento de poco más de cien familias aguas debajo de la presa Máximo lo eligió jefe del embalse, me lo dice casi con pena y me aclara dos asuntos muy importantes. La Máximo suministra, además, agua para los cultivos de los campesinos de las cooperativas Julio Antonio Mella, Máximo Gómez y Miguel Benavides y al plan de desarrollo de flamencos de Flora y Fauna. Desde luego, aclaró, lo primero es la población de la ciudad de Camagüey.
El recién estrenado en enero jefe del colectivo de seis trabajadores de la hasta ahora cuidada presa Máximo, me sorprendió cuando le dije en son de broma: “ustedes no tienen entonces problemas con el agua”. “Pues mire que sí, --respondió: la bomba del pozo que explotamos está rota y a cada rato nos falla la conexión y ni por gravedad podemos utilizar la del embalse”.
Lo dejé mirando desde sus ojos de 32 años de edad el motorcito que maneja, parqueado sobre la cortina de la presa, con el compromiso personal de suspirar de alivio cuando cumplan con el abasto de Camagüey y con su comunidad o viceversa. Y descubrí el optimismo juvenil no solo para convertirse en profesional del gremio, superando su 12mo. grado, sin dejar de hacer por los demás que tanto necesitan de sus esfuerzos con resultados.
Quién le pone el cascabel al agua en Camagüey
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31.03.2023
CAMAGÜEY.- Aunque el optimismo es lo último que debe perder un revolucionario de cualquier tiempo, lo cierto es que se hacen esfuerzos descomunales frente a las carencias de combustible, recursos financieros e insumos materiales de muchos tipos, pero en la concreta, ahora mismo, hay desinformación y déficit sostenido en el abasto de agua en no pocas partes de la ciudad de Camagüey, sequía hidrológica real aparte.
Una joven madre y consumidora del acueducto de Camagüey llamó para saber al respecto y una voz desorientadora, le respondió que si ella no sabía que los embalses estaban secos. Se alarmó, mas siguió aferrada al celular inseparable…
Dos recorridos diferentes: hace casi medio mes se les trasmitió a las autoridades provinciales que visitaron la presa Máximo el compromiso de que al finalizar marzo entrarían a pruebas tres nuevos motores eléctricos que enviarían —desde esa fuente superficial— 540 litros por segundo a la Planta Potabilizadora agramontina.
La carencia de suministros que se gestionan a punta de lápiz en el país pondrá la fecha conclusiva de la primera etapa de la obra donde trabajan arduamente brigadas constructoras y del INRH; sin embargo, la presa dispone del 75 % de llenado total, más de 52 millones de metros cúbicos de agua (MM3), muy parecido a la Caonao de Florida, otrora refuerzo de Pontezuela a través de una vieja conductora que por el rescate de nuevas fuentes subterráneas y el poco consumo debido a la casi........
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