CAMAGÜEY.- De diciembre no hay queja alguna: se despidió con buenos números, pero insuficientes para que la Empresa Pesquera de Camagüey (PescaCam), pudiera sacudirse el polvo del incumplimiento con el plan anual del 2022.
Más que recurrir a las problemáticas materiales que incidieron, las Asambleas de Representantes y de Balance, optaron por irse a las deficiencias subjetivas, sobre las que descansan muchas de las causas por las que solo se tocara el 68 por ciento de la captura total prevista.
No se soslayaron las limitaciones aparecidas en todo el período, pero hubo un argumento convincente: si otros lograron cumplir, entonces, ¿por qué la provincia no se sumó al grupo mayoritario en el país, que sorteó con éxito las escaseces de recursos?
Acuinicú, enclavada en el municipio de Sibanicú, con su 87 por ciento, devino la única entidad próxima a los propósitos establecidos para la etapa, aunque afectado porque dos de sus cinco brigadas no estuvieron en el pelotón de avanzada.
Armando Peña Guerra, el director de esa Unidad Empresarial de Base (UEB), manifestó que le faltaron poco más de 70 toneladas a las 1 225 comprometidas.” Nos quedó, dijo, la insatisfacción de no lograrlo”.
La captura marcada al territorio agramontino ascendía a 4 520 toneladas, que incluían tanto acuicultura como plataforma, pero en ambas se concluyó con un déficit general superior a las 1 436 toneladas.
En este punto, Armando Posada Loriga, presidente del Grupo Empresarial de la Industria Pesquera, ratificaba el peso del territorio. “Ustedes, precisó, son la locomotora del país, y si no cumplen, el país tampoco cumple”.
El razonamiento valida el peso de la institución camagüeyana, cuya producción supera el 20 por ciento de la captura nacional, sostenida por 53 embalses, 186 micropresas, y unas 22 000 hectáreas de espejo de agua.
Otros importantes parámetros estuvieron golpeados por bajos porcentajes, como son los casos del cultivo extensivo, que tuvo sus mejores reflejos en el caso de la tilapia y la carpa, no así en tenca y claria, y en el intensivo, tampoco se rebasó el pronóstico con la tilapia en jaula, con un pálido 47 por ciento.
La captura en plataforma solo tuvo su positiva expresión en Lista V, ya que en escama del sector estatal se fijó en más de 115 toneladas las dejadas de apresar.
Se llamó a crear las condiciones necesarias para impedir la desmotivación y las indisciplinas laborales, que provocan el éxodo de personal en muchos casos estimulado por los bajos salarios, excesivos gastos y una mala aplicación de los sistemas de pago.
“Los recursos deben destinarse a los más productivos” precisó Posada Loriga, quien puso como ejemplo la chernera nueva entregada a la presa Jimaguayú, sin que ello reportara un incremento productivo.
El uso de la ciencia y la técnica ocupó espacio en el intercambio, y afloraron experiencias en la innovación, y el vínculo directo con la Universidad, destinado a explotar adecuadamente las investigaciones en desarrollo.
En la producción de larvas sobresale el crecimiento en la tilapia, no así en ciprínidos y claria, mientras en la de alevines destacan La Misión y la Jía, a diferencia de Hidráulica Cubana y La Atómica.
Armando Pacheco Nápoles, director de PescaCam, estimó que se deben reforzar los mecanismos de control en las áreas de pesca, estimular nuevas alternativas productivas, en la que no se logra despegar, y enfrentar el crecimiento de pescadores furtivos, a quienes se les han decomisado artes de pesca y otros medios. En este sentido, se aclaró que son medios obtenidos de las empresas estatales.
Este sector dejó de entregar el pasado año unas 300 toneladas de alimentos terminados, cuestión que incide lógicamente en los ingresos de los trabajadores, a quienes se les debe informar periódicamente por cada UEB los planes de venta mensuales, una cuestión que requiere un mayor y sostenido seguimiento.
Se resaltó la validez del uso de las terrazas arroceras para el alevinaje, y la necesidad de mejorar la economía de la empresa que le permita acceder a la compra de algunos recursos imprescindibles como las embarcaciones y las artes de pesca, un medio que hoy golpea severamente, sin ser la causa principal del deterioro en las capturas.
Aun en medio de las conocidas limitaciones financieras, se proyectan reparar las estaciones La Atómica y Alevicuba, construir el canal de oxidación de Estrella Roja, la nave de conformado, en Sibanicú, y de botes y cuatro embarcaciones cherneras, todo por un valor de 15 millones de pesos.
Hay confianza en que este 2023 se pueda avanzar, no obstante, presentarse en enero atrasos en algunos indicadores decisivos, como las producciones terminadas. El llamado se sostiene por el impacto de Camagüey en la acuicultura nacional, y como fuente generadora de alimentos para la canasta familiar.