El actual ministro de Economía, Carlos Cuerpo, llevó las riendas del Tesoro Público en el mejor momento para emitir deuda pública de la historia moderna. Un escenario soñado en el que el mayor comprador de bonos no hacía preguntas ni tenía que ser convencido de nada. Sin reglas fiscales que atender, el Gobierno pudo incurrir en déficit y recurrir al mercado vendiendo deuda para cubrir ese desfase, además de a las ayudas europeas a fondo perdido. Ese gran inversor solo compraba y compraba papel del Estado por varios cientos de miles de millones de euros, ahuyentando cualquier tipo de incertidumbre en forma de intereses más altos que amenazasen las cuentas públicas.
Ese comprador ha sido el Banco Central Europeo (BCE), que forzado por la crisis de la pandemia dio un paso al frente para actuar de escudo financiero una vez más. Ese tiempo pasó. Desde el pasado martes 17 de diciembre, el programa de compras........