Que los participantes en los mercados financieros dan por segura una bajada de los tipos de interés en la zona euro el próximo jueves es un hecho. No hay más que darse una vuelta por algunos indicadores como los rendimientos de la deuda pública o los tipos interbancarios como el Euríbor, cuyo diferencial negativo frente al nivel oficial está en máximos desde 2005. El único que no lo tiene tan claro es el encargado de tomar la decisión. El Banco Central Europeo (BCE) afronta una vez el dilema de mover ficha saltándose algunos de los principios que caracteriza a su política monetaria. La cuestión no es trivial. Las consecuencias tampoco.
A diferencia de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que tiene un mandato dual para velar tanto por la inflación como por el crecimiento y el empleo como ejes de sus decisiones, el BCE tiene solo una cuestión entre ceja y ceja: la........© 20 minutos