Vengo de Liverpool, la ciudad de los Beatles. He recorrido su museo lleno de fotos de chicas emocionadas, caras desencajadas, desmayos y gestos sobreactuados en los conciertos de los cuatro músicos. Nunca he entendido el espíritu fan, esa adoración sin medida, que borra cualquier defecto, que idealiza sin límites.
Escenas que me recuerdan a los partidos políticos en España. Ese congreso socialista, de hace unos días, lleno de más........