Ni el Palacio de la Moncloa es el monte Sinaí, a pesar de los encierros espirituales del presidente del Gobierno, ni Pedro Sánchez es Moisés en busca de los diez mandamientos para publicarlos en el Boletín Oficial del Estado. No tengo tan claro que Sánchez, como Moisés, sea el mensajero enviado al pueblo de Israel, aunque anda persuadido de que la mejor solución para aquellas tierras de Oriente Medio consiste en abrir en dos el mar Rojo, para dar cabida en este caso a dos pueblos, el judío y el palestino. Tampoco puedo asegurar que Pedro Sánchez no vuelva a redactar una carta a su nación, aunque esta vez únicamente sea para ahuyentar el terror infundado que ha provocado en la población la plaga de........© 20 minutos