Tras la rocambolesca aparición y desaparición de Puigdemont, Salvador Illa consiguió la investidura con 68 votos a favor de los 135 escaños que componen el Parlamento de Cataluña (PSC-Esquerra y los Comunes) y con ello la posibilidad de formar gobierno sin solución de continuidad en estos días en los que el verano tras alcanzar el solsticio de San Lorenzo, empieza a declinar.
No puede decirse que el Gobierno formado por el President Illa (habrá que acostumbrarse al nuevo tratamiento, sin dejarnos llevar por el de “Molt Honorable”, que tendrá que ganárselo) sea un 'Gobierno bonito', como se denominó al primer Gobierno de Sánchez en 2018, tras la moción de censura. Se trata de un gobierno amplio, de 16 Consejeros, ocho de filiación o proximidad socialista y otros 8 entre catalanistas de viejo cuño (Ramon Espadaler, antiguo secretario de Unio) e independentistas de Esquerra.
Destaca el nombramiento de Jaume Duch, alto funcionario del Parlamento europeo, encargado de mejorar la deteriorada imagen de Cataluña como región ante las instituciones europeas.
Es una buena guinda, pero seguramente Duch se limitará a su agenda europea sin meterse en los procelosos caminos de la política catalana, donde tantos buenos políticos han salido escaldados. Todo ello bajo el signo de la conversión........© 20 minutos