El entrenador Pep Guardiola, el que mueve las piezas blancas de ese ajedrez moderno que se llama fútbol, está en su peor racha de resultados. Cinco derrotas y un empate. Seis partidos sin ganar. Una crisis en toda regla que tiene diversas explicaciones y que pasa, por cierto, en las mejores familias. El pasado martes, su equipo ganaba con un margen de tres goles al Feyenoord, parecía que las aguas de la victoria volvían a su cauce, pero el partido terminó en empate.
El técnico catalán compareció en rueda de prensa con un arañazo en la nariz. Un periodista le preguntó cómo se lo había hecho.........