Yo quiero mucho a Kamala. La adoro como el fan que daría todo por estar una tarde con Taylor Swift. O como esa madre que calificaría de travesura que su hijo trabajara de sargento en un campo de concentración.
No la conozco de nada y no soy capaz de enumerar ni un solo logro, acierto o éxito de sus cuatro años como vicepresidenta de los Estados Unidos de Norteamérica. Pero me da igual. Por mí como si se ha pasado........