Hay un gran asunto que desde hace unos días divide a este país en dos mitades irreconciliables. ¿Lo de Ábalos y Koldo? ¿Las aventuras judiciales del fiscal general del Estado? ¿La sequía de viviendas públicas? No, lo de Amaia y lo de Leire. Y cuando me refiero a ellas no tengo ni que escribir sus apellidos para que sepan ya de quién les estoy hablando.
Somos un país al que le pone una buena separación, una fractura, un amor roto, una........